El uso de las tecnologías digitales se ha generalizado de tal manera que ya podemos oír hablar del llamado “periodismo ciudadano”, que está ocasionando grandes discusiones en distintos foros. Esto quiere decir que cualquier persona que tenga al alcance un ordenador con Internet puede ser considerado periodista por el hecho de publicar en blogs o bitácoras noticias, historias, acontecimientos... Sin embargo, no debemos dejarnos llevar por las apariencias, pues aunque es totalmente lícito y además, saludable, emplear las nuevas tecnologías para difundir información el periodista es aquel profesional que trabaja en un medio de comunicación y verifica y comprueba a través de fuentes informativas sus noticias.

Sin embargo, esto no quiere decir que el resto no tengan valor sino más bien lo contrario, es absolutamente positivo que la audiencia, ciudadanos, lectores, interactúen con los propios medios y tengan la libertad y posibilidad de participar en el mundo comunicativo. Y es que esto fomenta la libertad de expresión y opinión de todos y cada uno.
Pero, insisto en que no hay que confundir los términos, pues el periodista es un profesional dedicado a la información, que es su medio de trabajo y de sobrevivir (aunque en la mayoría de los casos sea “mal sobrevivir”). Es por ello que trabaja en un periódico, sea de papel o electrónico, una radio, una televisión o un gabinete de prensa. Y en cambio, las personas que publican blogs no tienen necesariamente que ser periodistas.