A ver si un día, no muy lejano, cambia nuestra suerte

Tener un estatuto podría mejorar la situación actual
La profesión periodística es muy gratificante en muchos aspectos pero muy ingrata en otras. La culpa no es de la profesión en sí, ya que considero que ha generado grandes beneficios a la sociedad y lo sigue haciendo. El problema radica, como explica Juan Varela en su artículo “Cambiar para sobrevivir” en la precariedad laboral que sufre.

Una frase muy repetida en las aulas de Periodismo es que “el redactor de un periódico sabe a qué hora entra a trabajar, pero no sabe a la que sale”. Éste es uno de los tantos ejemplos de precariedad que los periodistas soportan. Jornadas laborales sin horas establecidas. El profesor de un colegio sabe que a partir de las 5 de la tarde tiene el día libre, el periodista no. Salarios con los que se llega de ninguna manera a fin de mes, lo cual nos lleva al pluriempleo. Los dueños o empleados de un restaurante pasan muchas horas en pie al frente del cañón, pero saben que eso les permite llevar un buen sueldo a casa, el periodista no. La secretaria de una oficina puede que se aburra en su trabajo pero sabe que es un puesto fijo, el periodista no.

Varela incide en el hecho de que el número de licenciados en Periodismo avanza en línea ascendente y eso ha llevado a la degradación de la profesión. Sin embargo, no creo que ésa sea una excusa para la situación en la que nos encontramos, pues también hay cada vez más abogados, más médicos, más enfermeras, más economistas y eso no impide que tengan unas buenas condiciones laborales. El Estatuto del Periodista Profesional puede ser una salida, pero considero que queda mucho de ese texto por negociar y consensuar.

De todas formas, no es por echar piedras en mi propio tejado, pero creo que no hemos protestado lo suficiente a lo largo de nuestra historia para conseguir lo que queremos. Estamos acostumbrados a ver en las noticias la huelga de los conductores de autobús, la de los enfermeros, la de los taxistas,… ¿Cuándo se han parado las rotativas de los periódicos, apagado los monitores de televisión o las emisiones de radio en señal de protesta? Quizás así, la sociedad, que critica tanto a los medios de comunicación, se daría cuenta de la importancia del periodismo.

23 de abril de 2006