"La máquina del amor" desglosa la vida de Robin Stone, un escritor y periodista, joven, rico y guapo, sobre el que giran numerosos personajes. La historia transcurre en EEUU entre Nueva York y Hollywood, aunque aparecen también otros escenarios.

Robin Stone lo tiene todo, pero nunca está a gusto con lo que consigue, posee un gran afán de superación, y una extraña manera de comportarse con las mujeres. Por el hecho de no mostrarse nunca vulnerable y su gran frialdad a Robin se le empieza a conocer como La máquina del amor. Robin nunca admite que necesita a otra persona, y eso le lleva en ocasiones a granjearse numerosos enemigos y problemas. Aunque el señor Stone consigue ser admirado por todos, y sobretodo por todas, nunca se siente satisfecho. Es a mitad de la historia cuando se desvela el profundo secreto del protagonista, que es a la vez la causa de su comportamiento.

El libro nos adentra en el mundo de las cadenas de televisiones norteamericanas, y desmigaja cómo se comportan los presidentes de las cadenas, sus amistades, y todo el círculo que lo compone. Pero, además entrelaza la vida de los espectáculos, los actores de Hollywood, las actrices que sueñan con trabajar en alguna película de algún gran director, y los negocios y artimañas que cada uno elabora.

A pesar de la cantidad de personajes que aparecen por la obra, destacan Amanda, una supermodelo que a pesar de su gran belleza tiene debilidades y complejos, Maggie Stewart, una actriz cuyo matrimonio no fue lo que esperaba y que ahora lucha por su carrera, y Judith Austin, esposa del director de la IBC, acostumbrada a ser portada de las revistas por su elegancia y sus fiestas. Todas diferentes, sin ningún nexo de unión, salvo Robin Stone.

Con “La máquina del amor” te sumerges en una historia llena de alegrías y penas, injusticias y logros, amores y desamores.

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Si son aficionados al humor satírico del dúo Gomaespuma sabrán a qué viene este titular, y si no, pues se lo digo yo. Resulta que una persona (presunta) que se ha dedicado a sembrar el terror y el pánico en este país, trabajando como “matador” (ha asesinado a 25 personas) no se ha muerto de hambre pero ha matado a otros muchos más sangrientamente y ha salido del hospital 12 de Octubre de Madrid esta tarde. Antes de esto, la Justicia (que no siempre es justa) lo encarceló, pero como “la momia” no estaba de acuerdo y pensaba que no había motivo para estar encerrado decidió no comer. Y pasaron, pasaron los días hasta un total de 115. Y ese día, (hoy), una mente privilegiada (Rubalcaba) ha dicho que se le debe otorgar una “prisión atenuada” “El preso permanecerá ingresado en un hospital donostiarra y posteriormente, en caso de recuperación, irá a su domicilio” (Elmundo.es).

Esto significa ni más ni menos, que el asesino de 25 INOCENTES puede ser trasladado a su domicilio para cumplir el año que le queda de prisión (sí, un año, es que lo de sesgar la vida del prójimo se ve que es barato, vamos que casi no se debe considerar delito…). Y colorín colorado, la momia resucitó, se salió con la suya sin ni siquiera condenar el terrorismo, ni mucho menos arrepentirse de las muertes causadas.

El problema es que esto no es un cuento.
Qué vergüenza.

Reacciones y opiniones:

Elpais: “Cientos de personas cortan el tráfico en la Castellana de Madrid en protesta por la prisión atenuada para De Juana”
La Vanguardia: “Rajoy exige a Zapatero que reconsidere la decisión y dice que ETA ha doblegado al Gobierno”
Blog de Luis del Pino: “Punto de no retorno”
La huella digital: “De Juana Chaos, a casa”

La brújula, Carlos Alsina, en Onda Cero